¿Sabías que los cambios bruscos de temperatura tienen un impacto directo sobre la piel? Del calor de casa a la calle, de la temperatura de la oficina al exterior… La piel necesita entre 15 y 20 minutos para adaptarse a este tipo de cambios. El contraste del frío y el calor de la calefacción puede ser muy perjudicial para tu cutis: envejecimiento prematuro, deshidratación, irritaciones, sequedad y descamaciones… ¡Ten mucho cuidado, sobre todo si tu piel es sensible y reacciona con facilidad!
El invierno es una época de contrastes difíciles de evitar, eso está claro, pero lo que sí podemos hacer es prevenir para evitar daños mayores.
¿Lo principal? Seguir a rajatabla tu rutina de belleza. Es fundamental proteger la piel al máximo para evitar que estas condiciones adversas dañen nuestra barrera cutánea.
Es vital que tu piel esté perfectamente limpia antes de aplicarle cuidados específicos, y recomendamos que, a pesar de las bajas temperaturas, no utilices agua muy caliente. Lo preferible es que laves tu rostro con agua tibia para evitar una vasodilatación que pueda derivar en una cuperosis.
Si tu piel es muy seca o sensible, prueba a cambiar tu crema habitual de día por una ultrahidratante que mantenga tu rostro descansado, protegido y sano. La calefacción reseca muchísimo la piel, y el contraste con el frío del exterior produce que nuestro cutis se sensibilice más rápido de lo normal. Te aconsejamos que también apliques una crema nutritiva por la noche que te aporte un extra de cuidados, así como un sérum calmante o antiedad, siempre que tu piel lo necesite.
No lo olvides, ¡refuerza la protección! Siempre que salgas de casa, protege tu piel frente a la radiación solar y la contaminación.
Finalmente, conoce más acerca de los tratamientos y experiencias faciales que disponemos en el centro Malvanature que te ayudarán en esta fría temporada.
Escríbenos y agenda una cita.
© Malvanature. Todos los derechos reservados.
Hecho con por Jimenez Carbó